Siempre hace buen tiempo en Tenerife. Siempre es primavera en la isla.No se trata de un eslogan turístico. La especial situación geográfica de Tenerife y la incidencia de una serie de factores favorables sobre la zona, como la caricia constante de los vientos alisios, mantienen unas temperaturas medias agradables durante un año. No hace frío en invierno, pero tampoco es, nunca, sofocante el calor en el verano. Durante las cuatro estaciones, el termómetro suele oscilar entre los veinte y veinticuatro grados, y la temperatura del mar, en las playas es muy parecida a veces, superior a la ambiental.
Estos datos generales, aplicables, sobre todo, a las costas no debe traducirse por monotonía. La especial orografía de la isla, que alcanza los 3.717 metros de altura en la cumbre del Teide, y los propios alisios, dotan a Tenerife de toda una serie de microclimas que conforman uno m más de sus múltiples atractivos. De modo que, en los meses invernales, resulta perfectamente posible tomar un refrescante baño en una playa o en la piscina de un hotel y, después, subir hasta las faldas del volcán para retozar en la nieve.
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